CARTA A MI ANSIEDAD
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Escribo contra ti, ansiedad. Decirte: “no podrás conmigo”. Jamás he sido el mismo desde que convivimos. Te conocí a finales de aquel 2007 negro cuando te instalaste a vivir en mi cerebro. Hija de puta, me has jodido de mil formas: un nudo en la garganta, presiones en la aorta, insomnios, sudor frío, calambres musculares, hormigueos en las manos, hipocondría, depresión cobarde. Me robaste momentos preciosos de mi vida haciéndote caso a ti en vez de a mi presente. Me enseñaste que siempre hay una salida. Me hiciste querer irme también volver más fuerte. Me has hecho gritar a mis padres, obrar con egoísmo, pagar con mi novia mis enfados y odiarme a mí mismo. He estado de viaje visitando lugares preciosos, solo pensando en volver por sentirme horroroso. Es tan duro escribirte, el problema está en mí. Sé que no existes, sé que no estás ahí. Sólo es mi cabeza que reproduce mis miedos. Sería fácil acabar contigo pero siento que no puedo. Gracias a la música me olvido de que existes. Te presenté a mis fans a través de canciones tristes. Cuando estoy bien te recuerdo como un chiste. Te derroté mil veces pero siempre volviste. Te derrotaré las veces que haga falta. Soy más fuerte que tú. La música me da alas. Mi familia, mis amigos, mi pareja y mis fans. Somos muchos contra ti, nunca vas a poder ganar. A la gente que se encuentra en la misma situación os digo: “no os rindáis, siempre vuelve a salir el sol.” Escribo esta canción, es mi cuarta noche sin dormir. Con más fuerzas que nunca de enfrentarme a ti.
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
Me acompañaste en Granada, en Salamanca, en un crucero, hija de puta, jodiéndome el viaje entero. Devuélveme el tiempo que me debes y las experiencias, por ti salí huyendo. Me mudé de Valencia. Por ti dejé los petas, la droga y te lo agradezco. Cuanto más daño me haces más me crezco. Me hiciste ver quién son mis amigos de verdad, los que están cuando estás bien pero no cuando estás mal. Me has hecho valorar la vida y la felicidad. Que a veces hay que llorar por muy macho que seas. Que siempre habrá personas que nunca te fallarán como papá y mamá cuando la vida te golpea. Y me querías encerrado y he viajado por el mundo. Me querías triste, he sonreído a todo el mundo. Me querías solo pero mi gente es mi mundo. Y te marchas de mi mundo, sorry, que te den por culo. Déjame en paz de una puta vez ya. No pido nada raro, solo quiero ser normal, no pensar en ti más ni de viaje ni de fiesta ni en mi casa sin poder desconectar. Harto de que mis noches se transformen en infiernos dando vueltas en la cama rezando a ver si me duermo en un duelo con mi mente sintiéndome un puto enfermo. Y al final escribo esto en el cuaderno. Harto del pesimismo, de hacerme daño a mí mismo, de sentir cómo caigo en este abismo. Déjame volar. Si todo tiene solución menos la muerte pero precisamente eso es lo que yo quiero solucionar. Quisiera creer en Dios, todo sería más fácil. Quisiera llorar, no suelto ni una lágrima. Quisiera conseguirlo no quedarme solo en casi. ¿Cómo pasar de ti si ni siquiera paso página?
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
Yo no pedí nacer, pero nací. No quiero morir pero al final moriré como todas las personas que amo o amaré. Todo es tan trágico que pienso: “para qué, ¿eh?” en fin. Quisiera creer en esos libros de auto-ayuda pero la realidad es muchísimo más cruda. Puedo escribir belleza como versos de Neruda porque hasta en lo más oscuro sigue brillando la luna.
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
Me acompañaste en Granada, en Salamanca, en un crucero, hija de puta, jodiéndome el viaje entero. Devuélveme el tiempo que me debes y las experiencias, por ti salí huyendo. Me mudé de Valencia. Por ti dejé los petas, la droga y te lo agradezco. Cuanto más daño me haces más me crezco. Me hiciste ver quién son mis amigos de verdad, los que están cuando estás bien pero no cuando estás mal. Me has hecho valorar la vida y la felicidad. Que a veces hay que llorar por muy macho que seas. Que siempre habrá personas que nunca te fallarán como papá y mamá cuando la vida te golpea. Y me querías encerrado y he viajado por el mundo. Me querías triste, he sonreído a todo el mundo. Me querías solo pero mi gente es mi mundo. Y te marchas de mi mundo, sorry, que te den por culo. Déjame en paz de una puta vez ya. No pido nada raro, solo quiero ser normal, no pensar en ti más ni de viaje ni de fiesta ni en mi casa sin poder desconectar. Harto de que mis noches se transformen en infiernos dando vueltas en la cama rezando a ver si me duermo en un duelo con mi mente sintiéndome un puto enfermo. Y al final escribo esto en el cuaderno. Harto del pesimismo, de hacerme daño a mí mismo, de sentir cómo caigo en este abismo. Déjame volar. Si todo tiene solución menos la muerte pero precisamente eso es lo que yo quiero solucionar. Quisiera creer en Dios, todo sería más fácil. Quisiera llorar, no suelto ni una lágrima. Quisiera conseguirlo no quedarme solo en casi. ¿Cómo pasar de ti si ni siquiera paso página?
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
Yo no pedí nacer, pero nací. No quiero morir pero al final moriré como todas las personas que amo o amaré. Todo es tan trágico que pienso: “para qué, ¿eh?” en fin. Quisiera creer en esos libros de auto-ayuda pero la realidad es muchísimo más cruda. Puedo escribir belleza como versos de Neruda porque hasta en lo más oscuro sigue brillando la luna.
La vida no está hecha para sufrir sin motivos porque luego te golpea y hace sufrir de verdad. No creo que merezca este maldito castigo. No quiero vivir contigo. Que te follen, Ansiedad. Déjame volar, déjame sonreír. Te quiero olvidar, te quiero olvidar.
