ESCORPIO
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Letra:
Hola, por fin he vuelto por aquí,
me esperabas, lo sé, yo no me pude resistir.
Tú solo dime qué quieres que te haga hoy,
tus órdenes son deseos para mí.
Solos tú y yo, y horas por delante,
sabes que estando aquí a tu lado me siento importante,
me siento alguien, no es para menos,
afortunado de poder hacer turismo por tu cuerpo.
Tú y yo, aquí solo estamos tú y yo,
y sabes de sobra que ya soy tuyo,
repitamos lo de la última vez, lo que tú quieras hacer,
experimentemos también, mira...
No quiero hacer el amor, solo sentir tu calor,
esto se trata de sexo, se trata de pecar,
de ser malos y que tus vecinos sean testigos,
quiero que se enteren de que estamos vivos...
Me haces sentirme bien aquí contigo,
me haces feliz y no necesito ningún otro motivo
que el deseo de tu cuerpo y de sentir tu aliento,
tus labios buscando los míos, yo sintiendo el fuego,
besando tu cuello, rozo tus mejillas,
escalando los primeros peldaños de la escalera de tu clímax,
besarte, saborearte, acariciar tu pelo,
sobre esta cama que guarda tantos secretos...
Cuando esto acabe solamente quedará el recuerdo,
esta canción y tu olor entre mis dedos,
yo te daré lo que otras zorras no quisieron,
yo te daré lo que tú quieras, dame tu veneno...
Cuando pretendas hacerme feliz chúpamela,
y luego fóllame como si no hubiera un mañana,
tú ya sabes como va, ¿no? No hace falta ni que diga nada,
lo haces todo solita y con ganas...
Y te relames como aquel que come chocolate,
lo que unió la pasión que no lo separe el látex,
donde el francés es más que un idioma,
saboreas y creas en mí un estado de coma
profundo, bien profundo,
me haces sonreír y sentirme como si fuera el rey del mundo.
Caperucita en público, loba en privado,
no existe mejor masaje que el que me ofrecen tus labios...
Ponte cómoda que ahora me toca a mí,
relájate y disfruta, adoro verte tumbada así...
Esto es casi como un cuadro pornográfico,
ver cómo mi lengua va mareando tu botón mágico, sí,
ese que te hace gritar, que pareces levitar,
y es que me encanta escucharte,
no me canso de mirarte mientras te estremeces de placer,
y es que nena, eso es algo que me encanta ver...
Ver como sudas e inundas la habitación
de esas feromonas que me vuelven loco,
mientras te miro a los ojos, mientras te sonrío y te toco,
me siento como un actor porno bajo los focos...
Celebro tus veintitantas primaveras,
dibujando el contorno de mi sonrisa bajo tus caderas,
taquicardia, siento tu respiración,
me aplico, lubrico la distancia a tu corazón, nena...
Me tienes comiendo de la palma de tu mano y lo sabes,
tú conoces la clave,
perderme en tu fragancia, sorbiendo tu sustancia,
ese bendito fluido salado que me hace perder mis cabales...
Esto es pura matemática,
1+1 es igual a placer.
Soy un obseso, por eso aún no he terminado de hacértelo
y ya estoy pensando en la próxima vez...
Llegó el momento de luchar, deshacer la cama.
¿Sabes? Prometo follarte como si te odiara...
Te penetro y entro en otra dimensión
envenenado por la picadura de un escorpión.
Por el placer de sentir placer
bailo con la novena sinfonía de tu abdomen,
me abriste las puertas del cielo y lo sabes bien,
luego no se te ocurra pedirme que no me enamore...
Puedo morir ahora mismo, ya estoy tocando el cielo,
sexo a ritmo de Jill Scott o de Marian Hill,
sin limitaciones, provoco motivaciones,
con las yemas de mis dedos pellizcando tus pezones.
Ya sabes que me encanta susurrarte al oído,
sentir tu piel bajo mi piel, oír tus gemidos.
Brindo por ti y por mí, por estar aquí contigo,
por el tesoro que encontré bajo tu ombligo...
Me encanta cuando me llamas por mi apodo,
me seduces con tu piel, me envenenas con tu miel,
y no sé explicarlo, de verdad que no, que no entiendo
lo que siento por tu veneno, nena, quiero tu veneno...
Te añoraba tanto, tantos días pensando en hoy
y aquí estoy bailando sobre tus senos,
una carrera para ver quién llega primero a la meta
y esta cama sin duda es nuestro mejor terreno...
Con mi particular coreografía sobre tu cintura
repasando el Kamasutra y mil posturas
me haces olvidar todo mal,
hoy mi compañera para conversar en este lenguaje universal.
Podría estar toda la noche y no tener bastante,
podría morir en este preciso instante.
Un Sagitario clavando su flecha,
una Escorpio que sabe muy bien cómo encender la mecha...
me esperabas, lo sé, yo no me pude resistir.
Tú solo dime qué quieres que te haga hoy,
tus órdenes son deseos para mí.
Solos tú y yo, y horas por delante,
sabes que estando aquí a tu lado me siento importante,
me siento alguien, no es para menos,
afortunado de poder hacer turismo por tu cuerpo.
Tú y yo, aquí solo estamos tú y yo,
y sabes de sobra que ya soy tuyo,
repitamos lo de la última vez, lo que tú quieras hacer,
experimentemos también, mira...
No quiero hacer el amor, solo sentir tu calor,
esto se trata de sexo, se trata de pecar,
de ser malos y que tus vecinos sean testigos,
quiero que se enteren de que estamos vivos...
Me haces sentirme bien aquí contigo,
me haces feliz y no necesito ningún otro motivo
que el deseo de tu cuerpo y de sentir tu aliento,
tus labios buscando los míos, yo sintiendo el fuego,
besando tu cuello, rozo tus mejillas,
escalando los primeros peldaños de la escalera de tu clímax,
besarte, saborearte, acariciar tu pelo,
sobre esta cama que guarda tantos secretos...
Cuando esto acabe solamente quedará el recuerdo,
esta canción y tu olor entre mis dedos,
yo te daré lo que otras zorras no quisieron,
yo te daré lo que tú quieras, dame tu veneno...
Cuando pretendas hacerme feliz chúpamela,
y luego fóllame como si no hubiera un mañana,
tú ya sabes como va, ¿no? No hace falta ni que diga nada,
lo haces todo solita y con ganas...
Y te relames como aquel que come chocolate,
lo que unió la pasión que no lo separe el látex,
donde el francés es más que un idioma,
saboreas y creas en mí un estado de coma
profundo, bien profundo,
me haces sonreír y sentirme como si fuera el rey del mundo.
Caperucita en público, loba en privado,
no existe mejor masaje que el que me ofrecen tus labios...
Ponte cómoda que ahora me toca a mí,
relájate y disfruta, adoro verte tumbada así...
Esto es casi como un cuadro pornográfico,
ver cómo mi lengua va mareando tu botón mágico, sí,
ese que te hace gritar, que pareces levitar,
y es que me encanta escucharte,
no me canso de mirarte mientras te estremeces de placer,
y es que nena, eso es algo que me encanta ver...
Ver como sudas e inundas la habitación
de esas feromonas que me vuelven loco,
mientras te miro a los ojos, mientras te sonrío y te toco,
me siento como un actor porno bajo los focos...
Celebro tus veintitantas primaveras,
dibujando el contorno de mi sonrisa bajo tus caderas,
taquicardia, siento tu respiración,
me aplico, lubrico la distancia a tu corazón, nena...
Me tienes comiendo de la palma de tu mano y lo sabes,
tú conoces la clave,
perderme en tu fragancia, sorbiendo tu sustancia,
ese bendito fluido salado que me hace perder mis cabales...
Esto es pura matemática,
1+1 es igual a placer.
Soy un obseso, por eso aún no he terminado de hacértelo
y ya estoy pensando en la próxima vez...
Llegó el momento de luchar, deshacer la cama.
¿Sabes? Prometo follarte como si te odiara...
Te penetro y entro en otra dimensión
envenenado por la picadura de un escorpión.
Por el placer de sentir placer
bailo con la novena sinfonía de tu abdomen,
me abriste las puertas del cielo y lo sabes bien,
luego no se te ocurra pedirme que no me enamore...
Puedo morir ahora mismo, ya estoy tocando el cielo,
sexo a ritmo de Jill Scott o de Marian Hill,
sin limitaciones, provoco motivaciones,
con las yemas de mis dedos pellizcando tus pezones.
Ya sabes que me encanta susurrarte al oído,
sentir tu piel bajo mi piel, oír tus gemidos.
Brindo por ti y por mí, por estar aquí contigo,
por el tesoro que encontré bajo tu ombligo...
Me encanta cuando me llamas por mi apodo,
me seduces con tu piel, me envenenas con tu miel,
y no sé explicarlo, de verdad que no, que no entiendo
lo que siento por tu veneno, nena, quiero tu veneno...
Te añoraba tanto, tantos días pensando en hoy
y aquí estoy bailando sobre tus senos,
una carrera para ver quién llega primero a la meta
y esta cama sin duda es nuestro mejor terreno...
Con mi particular coreografía sobre tu cintura
repasando el Kamasutra y mil posturas
me haces olvidar todo mal,
hoy mi compañera para conversar en este lenguaje universal.
Podría estar toda la noche y no tener bastante,
podría morir en este preciso instante.
Un Sagitario clavando su flecha,
una Escorpio que sabe muy bien cómo encender la mecha...