Rees - Mis alas | Letra

MIS ALAS

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Letra:
Le pido al olvido: “Sácala de mi cabeza”.
Tenía que borrarla y me trajo más tristeza.
Ella era la bruja disfrazada de princesa.
Esa boca que tiene miente igual de bien que besa.

El dolor se agranda mientras que nuestro amor mengua,
ardiendo en cada sueño que tú prendiste al marcharte.
A pesar de probarla yo jamás hablé tu lengua.
No hicimos el amor porque tú nunca me amaste.

Yo que aún te quiero por lo mucho que me dueles.
Si te amé con la rabia que sólo conoce el loco.
Harto de los versos que provocan las mujeres,
las que te dan la vida pa´ matarte poco a poco.

No me digas nada si, de verdad, no me quieres,
que tu voz destroza lo que ya dejaste roto.
Yo soy tu muñeco clávame los alfileres.
Aún, en mis ojos, llueve cuando miro nuestras fotos.


[ESTRIBILLO]

¿Y, si no te veo, cómo es que puedo notarte?
Soy un iceberg anhelando tu desierto.
Odio estar despierto porque no puedo soñarte,
matándome en el arte de respirar sin tu cuerpo.

¿Y, si te he perdido, por qué tuve que encontrarte?
Soy ese segundo que se le ha robado al tiempo.
Si vivía por ti dime el por qué de matarme.
Dime cómo, sin alas, ahora, volará este cuervo.


Ella era la brisa que precede a la tormenta,
yo el suave suspiro que antecederá a la muerte.
Ella de esas que les dejas que te mientan.
Que habré hecho en otra vida que, mi castigo, es quererte.

Mis letras te lloran con la amargura del huérfano,
me llegas al tuétano, a mi triste corazón.
Sé que tu silencio me reventará los tímpanos.
Cantaré tu nombre hasta que se muera mi voz.

Yo vivía en tus ojos hasta que me desahuciaste,
ahora busco casa para unas letras que lloran.
Todo lo que amaba te lo llevaste al marcharte.
Odio hasta la música ahora que tú bailas sola.

Fumo tus colillas para recordar tus labios.
Yo soy el corsario en la derrota de tu boca.
Vacío en mi soledad y comido por los nervios.
Un loco no es nadie si no le quiere su loca.


[ESTRIBILLO]

¿Y, si no te veo, cómo es que puedo notarte?
Soy un iceberg anhelando tu desierto.
Odio estar despierto porque no puedo soñarte,
matándome en el arte de respirar sin tu cuerpo.

¿Y, si te he perdido, por qué tuve que encontrarte?
Soy ese segundo que se le ha robado al tiempo.
Si vivía por ti dime el por qué de matarme.
Dime cómo, sin alas, ahora, volará este cuervo.