ÚLTIMA LLAMADA
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Letra:
¿Qué tal hermano?
Siento hacerte esta llamada
pero vives en mi mente y en mi corazón,
sé que es una putada,
pero mi alma partida está en partida hacia una nueva encrucijada,
demasiado pesada la carga.
La larga espera, un destino que no llega.
Ya no me queda entrega ni pilas, ni ganas,
sólo un vacío eterno que empalma semanas,
el vacío de un palacio sin ventanas.
Y vallas que se han vuelto aduanas,
obstáculos que pintan cumbres,
metas para otros hombres.
Me parecen tan lejanas, mitos más que rocas,
campanas de otras épocas tocan.
Cantan a las plantas que sanaron mis heridas,
saltos en un lago sin paracaídas,
moras recogidas, todas las salidas compartidas,
cuántas expresiones parecidas.
Y es un gran orgullo, tú y yo en cada ensayo,
en un destello tuyo me hallo,
el único sincero para decirme si fallo.
Sabes que me rallo y rallo la locura
y en esta aventura
yo quiero ser tú de mayor:
un emprendedor, un valiente
yo ya me quedé sin fuel,
solo hay guillotina en la cabeza del cartel.
Solo purpurina, mierda de letrina pegada a mi piel,
solo hiel dañina escrita en el papel.
Fiel como ninguno, norte de mi sin razón,
no hay amor más puro si desnudo grita el corazón.
Gracias con mayúsculas y desde lo más hondo,
seguiré contigo hermano, te llamaré pronto.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.
Hola mama ¿Qué tal? ¿Cómo va la pierna?
¿Cómo llevas el dolor de aquella herida interna?
Sé que te consterna pero sé también que todo sana,
sé que el hoy enferma si se vive en el mañana.
Tú me lo enseñaste, como tanto, como todo,
como el llanto que me seco si me infravaloro.
Como a no sentirme solo nunca,
tú eres mi mayor tesoro, el desahogo de mi culpa.
Siempre has sido solución, meta de mi sueño,
por cada ocasión que me has llamado tu niño pequeño.
Quiero que te sientas bien, que te lluevan rosas,
que la vida brinde contigo con mil cosas hermosas,
que bajen los ángeles con plumas a tus pasos,
que luzca tu sonrisa en los fracasos,
que me guardé tus besos aquí dentro,
que los llevo conmigo, siempre has sido mi ejemplo.
Templo del cariño, del soporte, con tu apoyo
más de siete vidas tuve, estoy metido en el hoyo,
sin agua en el arroyo,
sin desembocadura,
en pura curvatura de agujeros negros, poliedros y a oscuras.
Con muchas putas dudas por un plazo tan eterno
y con un saldo bajo cero en mi cuaderno.
Conviviendo con la ruina de mis voces varias,
yo sé que entre todas ellas tú me encontrarías.
¿Qué yo no daría por ti? Mi propia vida,
por eso respiro tras tanto disparo recibido,
no hay otro motivo.
Ya me hubiera ido pero te lo debo,
seguiré contigo siempre, te llamaré luego.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.
Hola papa ¿Qué tal? Ni sé cómo empezar.
Esta llamada se parece a rezar y yo no rezo.
Será que me despiezo por dentro,
que tropiezo con las ganas de marchar a tu encuentro.
Arcadas impregnadas de venenos y miedos de más…
será que te echo de menos.
Cómo contarte veinte veranos en versos casi ajenos,
tus ojos en mis malos y mis buenos.
Sin frenos para decirte: ‘No sabes cuánto te echaría a la cara,
lo duro de esta vara, quién te abrazara’.
Te vas y de repente el tiempo se para,
la vida amarga y rara,
un mundo que nos separa.
Por cada vez que busco perdón nace un tumor;
será que no supiste hacerlo mejor
y no me basta.
Harto del: ‘¿Hasta cuándo?’
Desgasta el ir luchando,
yo no quiero se tú de mayor.
Quizá de ahí la música y la droga
pero si te culpo, miento, tejiendo mi propia soga,
¿Cómo sano este amor odio si no sé con quién dialogar?
¿Cómo no llamarte más si mi corazón me interroga a cada instante?
Mi centrifugadora va sola, nubla mi mente, es aplastante.
Mas debo liberarte y liberarme de esta nada
que me enfada, cae la espada de Damocles,
es mi última llamada.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.
Siento hacerte esta llamada
pero vives en mi mente y en mi corazón,
sé que es una putada,
pero mi alma partida está en partida hacia una nueva encrucijada,
demasiado pesada la carga.
La larga espera, un destino que no llega.
Ya no me queda entrega ni pilas, ni ganas,
sólo un vacío eterno que empalma semanas,
el vacío de un palacio sin ventanas.
Y vallas que se han vuelto aduanas,
obstáculos que pintan cumbres,
metas para otros hombres.
Me parecen tan lejanas, mitos más que rocas,
campanas de otras épocas tocan.
Cantan a las plantas que sanaron mis heridas,
saltos en un lago sin paracaídas,
moras recogidas, todas las salidas compartidas,
cuántas expresiones parecidas.
Y es un gran orgullo, tú y yo en cada ensayo,
en un destello tuyo me hallo,
el único sincero para decirme si fallo.
Sabes que me rallo y rallo la locura
y en esta aventura
yo quiero ser tú de mayor:
un emprendedor, un valiente
yo ya me quedé sin fuel,
solo hay guillotina en la cabeza del cartel.
Solo purpurina, mierda de letrina pegada a mi piel,
solo hiel dañina escrita en el papel.
Fiel como ninguno, norte de mi sin razón,
no hay amor más puro si desnudo grita el corazón.
Gracias con mayúsculas y desde lo más hondo,
seguiré contigo hermano, te llamaré pronto.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.
Hola mama ¿Qué tal? ¿Cómo va la pierna?
¿Cómo llevas el dolor de aquella herida interna?
Sé que te consterna pero sé también que todo sana,
sé que el hoy enferma si se vive en el mañana.
Tú me lo enseñaste, como tanto, como todo,
como el llanto que me seco si me infravaloro.
Como a no sentirme solo nunca,
tú eres mi mayor tesoro, el desahogo de mi culpa.
Siempre has sido solución, meta de mi sueño,
por cada ocasión que me has llamado tu niño pequeño.
Quiero que te sientas bien, que te lluevan rosas,
que la vida brinde contigo con mil cosas hermosas,
que bajen los ángeles con plumas a tus pasos,
que luzca tu sonrisa en los fracasos,
que me guardé tus besos aquí dentro,
que los llevo conmigo, siempre has sido mi ejemplo.
Templo del cariño, del soporte, con tu apoyo
más de siete vidas tuve, estoy metido en el hoyo,
sin agua en el arroyo,
sin desembocadura,
en pura curvatura de agujeros negros, poliedros y a oscuras.
Con muchas putas dudas por un plazo tan eterno
y con un saldo bajo cero en mi cuaderno.
Conviviendo con la ruina de mis voces varias,
yo sé que entre todas ellas tú me encontrarías.
¿Qué yo no daría por ti? Mi propia vida,
por eso respiro tras tanto disparo recibido,
no hay otro motivo.
Ya me hubiera ido pero te lo debo,
seguiré contigo siempre, te llamaré luego.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.
Hola papa ¿Qué tal? Ni sé cómo empezar.
Esta llamada se parece a rezar y yo no rezo.
Será que me despiezo por dentro,
que tropiezo con las ganas de marchar a tu encuentro.
Arcadas impregnadas de venenos y miedos de más…
será que te echo de menos.
Cómo contarte veinte veranos en versos casi ajenos,
tus ojos en mis malos y mis buenos.
Sin frenos para decirte: ‘No sabes cuánto te echaría a la cara,
lo duro de esta vara, quién te abrazara’.
Te vas y de repente el tiempo se para,
la vida amarga y rara,
un mundo que nos separa.
Por cada vez que busco perdón nace un tumor;
será que no supiste hacerlo mejor
y no me basta.
Harto del: ‘¿Hasta cuándo?’
Desgasta el ir luchando,
yo no quiero se tú de mayor.
Quizá de ahí la música y la droga
pero si te culpo, miento, tejiendo mi propia soga,
¿Cómo sano este amor odio si no sé con quién dialogar?
¿Cómo no llamarte más si mi corazón me interroga a cada instante?
Mi centrifugadora va sola, nubla mi mente, es aplastante.
Mas debo liberarte y liberarme de esta nada
que me enfada, cae la espada de Damocles,
es mi última llamada.
[Estribillo]
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
puede que esta sea mi última llamada,
puede que esta sea mi última llamada.
Tiembla mi mano al descolgar,
tras esta vez quizá no vuelva a llamar,
sé que va a ser esta mi última llamada,
sé que va a ser esta mi última llamada.