ÚLTIMO DIA
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Voy a darte los besos que contuve, las palabras que callé.
Gritare sobre las nubes todo lo que no hice ayer. Ya sé que falle.
La oportunidad que se me brinda es tan linda
vestir mi último día con esta guinda.
Brindar la amistad del rap hecho con corazón, con Aaron.
Pequeños sueños que persigo, forjando la relación del buen amigo hasta que llega la hora
cuando el reloj se detiene y la luz me adora.
Hoy voy a tocar tus labios de nuevo, a cantarte a solas
a contarte a solas que las olas me mecen.
Gracias a la suerte... Que me regala conocer la fecha de mi muerte.
Si me abandonas vida debe ser así, hoy vi al fin con claridad.
Que mi lenguaje quede con algunos por la eternidad
quienes me han sentido siempre más haya de mi apodo.
Estoy subido en un globo, saltando en una fuente
compartiendo distendido con el niño y el anciano que pueblan mi mente
celebrando con mi gente los segundos, no los que me quedan
los vividos y que sueñen ellos todos los que puedan.
Que no añoren mis pasos ni carguen mis pesos
de errores tan crasos que los tengan tensos.
Que atrapen cada beso que son demasiado escasos
si acaso que de eso sea el exceso.
Tu me conoces, lo sabes, brillo en el momento.
Hoy menguando en suaves latidos del tiempo
no guardo nada para mis adentros.
¿Será que cuando partes te vacías de lamentos?
Que me marcho al abrigo de este mar de acacias
y que me abrazo al destino dando las gracias.
Que el regalo es el camino que aviva en su fuego
que este adiós con el que me despido es un "hasta luego".
Siente mis caricias por última vez.
Estaré a tu lado si escuchas mi voz.
Ya me abre marchado a la cuenta de diez.
Cuando estés hundido volveré veloz.
Bebe de mi llanto si llega la sed
rézame en el cielo cuando no haya paz
vuelca la tristeza contra la pared.
Yo siempre seré aquella estrella fugaz.
Mi último infierno, que se expandan los murmullos.
Hoy quizás cierro los ojos para que se abran los tuyos.
Y brillé. Que la culpa arrincona a quienes dudaran.
Buscaran mi estrella en el cielo para que les perdone.
Y me iré buscando un último abrazo, ese que le di.
Si de ella acepte algo es que la perdí.
Ahora que su hermano ya no ladra ya no habrá perdón.
Que abran los candados que me cerraron su corazón.
Diles que ya me fui a mi mañana sin mama ni drama.
Y estos versos, los besos que no devolví.
Me envolví de enviadas, no sentí caricias apenas
y salen bro's de los escombros de combrostefilias de veras
que mi mayor talento fue elegirlos, los míos.
Quitándole frío a mis inviernos, ángeles en mis infiernos
y a mis estúpidos cupidos pienso
que solo los artistas debemos amar hasta el hueso
por eso cerramos los ojos, hacemos caso a los cambios.
Jamás arrodillados ante látigos.
El filo de una iglesia, el rap nuestra anestesia
y la rabia que hará más alta burguesía
esa que enmudece la esperanza sin dar tregua
que engorda la panza de un banquero cuando un sueño obrero mengua
y espero que este adiós os llegue a tantos.
Al fin con Z pintando latidos de la misma paleta.
Y aplausos como milagros.
Yo que apunte a cimas tan altas, anticipadas derrotas.
No probé drogas, me tope de magia, me topé con Diosas
y desde aquel noviembre les debo la luz que hoy se me lleva para siempre.
Que la música continúe y la siga sintiendo. Si el telón esta cayendo y la luz volviéndose tenue
así me desintegro, no habrá fundido a negro más bello
porque mi sueño me enseño mi último día.
Siente mis caricias por última vez.
Estaré a tu lado si escuchas mi voz.
Ya me abre marchado a la cuenta de diez.
Cuando estés hundido volveré veloz.
Bebe de mi llanto si llega la sed
rézame en el cielo cuando no haya paz
vuelca la tristeza contra la pared.
Yo siempre seré aquella estrella fugaz.
Quizá esto es el final.
Puede que el punto de partida.
Un salto hacia lo inmaterial.
Un hola puede que una despedida.
Aaron, Zpu.
Rompo el tejido del tiempo.
Último día de mi vida.
Siente mis caricias por última vez.
Estaré a tu lado si escuchas mi voz.
Ya me abre marchado a la cuenta de diez.
Cuando estés hundido volveré veloz.
Bebe de mi llanto si llega la sed
rézame en el cielo cuando no haya paz
vuelca la tristeza contra la pared.
Yo siempre seré aquella estrella fugaz.