Rees - Luz de espinas (con Xenon y Kairo) | Letra - #10 PAGLIACCI

LUZ DE ESPINAS

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Letra:
[Rees]

Soy un cuervo encerrado en la jaula de tu ventana,
tengo el cuerpo temblando debajo de tu mirada,
soy el niño perdido que se escapa del mañana,
con estigmas en la piel y los sueños en pijama.

Se le acaban las pilas a este hombre de juguete,
qué quieres que escriba si estoy loco de remate,
yo soy la tortuga en un mundo de cohetes,
el maniquí roto de este gris escaparate.

Al final me derrotaste tu te quiero fue un ariete,
derribaste mi muralla me sacaste del combate,
mi corazón en llamas tu boca como soplete,
la reina en el juego que me hizo el jaque mate.

El Sombrerero Loco que se enamoró de Alicia,
el brutal encuentro de la suerte y la desgracia,
sé que las heridas no las cierra una caricia,
y que lo que te debo no se paga con un gracias


[Kairo]

Mientras tu luz de espinas
tañe mis retinas
alojada entre la paz y el dolor.

Una ecuación perfecta,
el cuervo y su alma experta en caer
rendidos a tus pies.


[Xenon]

Ella precipicios, yo equilibrista,
mi corazón hecho de barro, ella su alfarera,
el mundo estaba ciego pero seguía tras su pista,
mis letras como el amor no hay nadie que lo entienda.

Vente, podemos no acabar en casi,
rompernos cual defensa cuando avanza Messi
y atestiguar bajo un altar que no es azar se que no es fácil
decir a todo adiós y que dios dispare el fusil.

Deshilachado marchitado ya está todo dicho,
astillado, así cansado, buscando mi nicho,
apilado en mi rincón, formando mi sitio,
aunque el amor sea de ciegos lo tengo muy visto.

Ámate, me dijo una vez mi madre,
ámate hasta que duela pero que no te dañe nadie,
que el corazón no te lo rompen, nosotros lo rompemos,
forzando que se encaje con el hueco que no debemos.


[Kairo]

Mientras tu luz de espinas
tañe mis retinas
alojada entre la paz y el dolor.

Una ecuación perfecta,
el cuervo y su alma experta en caer
rendidos a tus pies.

No hay nigromante sin rabia.
No hay hechicero sin luz.
No hay paladín sin rencor.
No hay leviatán sin celos
por su ondina, esclavo de su fiel corazón,
su amor, su error.

Mientras tu luz de espinas
tañe mis retinas
alojada entre la paz y el dolor.

Una ecuación perfecta,
el cuervo y su alma experta en caer
rendidos a tus pies.