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Letra:
Busco auxilio…
el aire y la niebla me alejan de tí…
quiero verte…
eres mi razón para sobrevivir…
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Inmóvil, observo que el paisaje aleja
los colores vivos, mientras los ángeles rezan
para que no llegue mi hora entre la niebla espesa,
ni el frío invada mi cuerpo por dentro por sorpresa.
Permanezco quieto en esta tumba imaginaria,
donde mis pensamientos dirigen la metralla.
La soledad me invade y no me puedo defender,
no falla, me siento un lobo en la batalla.
Cuento los días en la tierra, haciendo rallas,
donde me siento preso, encerrado entre vallas.
Humanos profieren veneno agachando caras…
porque aunque no diga nada saben que mis ojos hablan.
Sobrevivo al filo y desde el suelo espero verla,
veo su estela, me guía como una estrella,
anhelo su calor, cierro los ojos y está ella,
cálida como el sol, iluminando mi tez seria.
Inerte si no está en mi mente, yo no soy de plástico…
Ardiente, como un flujo piroclástico…
Mi vida pasando en mis ojos y yo aquí tirado,
moribundo y despertando con cantos de ruiseñor.
Siempre hay sitio para tí,
por tí aguanto el vivir,
por mis venas fluyes,
y gracias a tí, nunca dejó de latir…
comparto contigo mi corazón,
que pide a gritos morir…
perdóname señor.
Me arrastre por el barro mojado por lluvias,
luchando por vivir, mi alma se muere por la tuya.
Cuántas estrellas veo tumbado,
la encapuchada con guadaña de lleva de la mano…
soy un cristal resquebrajado que se parte como el hielo de ese lago.
Te veo al otro lado, dime por qué no me muevo,
dices que estoy congelado…
¿cuánto tiempo me queda?
De ti fui apartado…
olvidado…
Fuiste la fuerza en mí…
que me arrastró a vivir,
¿por qué tardaste tanto?
ahora te veo, estás aquí…
tan bella como cuando te conocí.
Y en el fondo de mi ser, siento querer vivir,
aunque me siento un zorro huyendo por el miedo a los humanos,
que al llegar al precipicio renace ante tí,
cuando la luna asciende lenta. Yo caígo.
Noto el frío, busco auxilio,
el aire y la niebla me alejan de tí…
quiero verte, ser más fuerte,
me cansa el camino y no puedo fingir.
Ayúdame a creer, sé que puedo vencer
si tengo tu alma a un paso de mí…
cruzo el cielo, dejo el miedo…
eres mi razón para sobrevivir.
Y en esta caída… siento no estar contigo,
porque cuanto más me acerco, la distancia me impresiona,
implosiona mi mente por el vértigo añadido,
triste es ver como desciendo sin saber dónde te has ido.
Meses en espera, tú eras mi bandera…
pero este loco se perdió en la ruta ciega,
dime vida, por qué tan puñetera…
no fui mala persona, por qué recibo castigo.
Tan negativo… se apaga mi luz…
vuelven a verme fantasmas y recuerdos que se estancan en mi mente.
Demente me llaman, gritan detente cuando se apaga la llama,
y no puedo hacerle frente…
Qué más da lo que me pase, si no estás…
qué mas da lo que yo piense, si no estás…
qué más da que este se vaya o que mire atrás,
si la vida no devuelve lo que tú das.
Sigo dictados de mi corazón latente,
aunque sé qué he de hacer caso omiso y soy dependiente,
Y mi mente no es tan fuerte así que siento intensamente,
cada gota que desangra mi alma, marca este presente…
y quién me inspirará a ser un valiente,
y quién me soportará cuando la muerte me tiente,
las manecillas del reloj marcaron mi suerte,
ahora niego conocerte…
podrido de angustia, me derrito como fuel,
envenenado por mi propio ser,
que imagina un futuro que será olvidado,
por no querer reconocer…
afilé mi vista al final del camino, como un águila,
y finalmente pude aluzar parte del camino.
La terquedad de tirar solo en esto, me devasta.
pero ya era muy tarde para cambiar el destino…
fuiste la fuerza en mí, y ahora no sé vivir
por qué me dueles tanto, no te veo, te perdí tan lejos,
ya no sé si te conocí.
Y en el fondo de mi ser, siento querer vivir,
aunque me siento un zorro huyendo por el miedo a los humanos,
que al llegar al precipicio renace ante tí,
cuando la luna asciende lenta. Yo caígo.